bien, aqui sigue la historia:
"mi padre y yo estábamos caminando por una llanura en buscade un uar seguro, intentábamos no hablarnos, haciéndonos los indiferentes, mi padre dijo - Leo ya te pedí perdon¿que mas quieres? ¿que te lo pida de rodillas y suplicándote que me perdones como si estuviera rezando? - , ambos nos detuvimos, le dije - papá, escúchame bien, yo te escuché pedir perdón, pero solo voy a estar tranquilo si me escuchas en años futuros - , mi padre vio con suspenso algo que estaba detrás de mi, me dijo con miedo - eh...Leo, hijo mío...creo que hay que empezar a correr... - , yo le preunté paralizado - ¿hay un depredador detrás de mi no? - , mi padre lentamente asintió con la cabeza - , yo seguía paralizado, y le preunté - ¿cuantos hay y de que tamaño son? - , mi padre me dijo - miralo tu mismo - , y los vi, era 5 Mirischias, todos mirándome, intentando que no me diera cuenta de que uno de ellosiva por un costado hacia mi, mi padre aarró un piedra enorme y olpeó al anima en la cabeza justo antes de que lleara hasta mi, el animal cayó muerto junto a mi, los ccuatro Mirischias dieron ruidos muy audos y metálicos, mi padre y yo empezamos a correr, los animales eran muy rápidos, uno de ellos asi me muerde por atrás, sin darnos cuenta entramos a un terreno rocoso, como el de antes, teníamos cuidad de no tropezarnos, uno de los dinosaurios tropezó y se lastimo soo quedaban tres y nos seuían persiuiendo, empezamos a subir una montaña de terreno rocoso, la cuesta era alo pronunciada, a los animales les costaba seuir, mi padre y yo lleamos a una cima, y juntos arrojamos un roca de 2 metros de alto para que rodara por la montaña, vimos que aplastó a dos de esos animales, mi padre y yo estábamos felices, pero sin que nos diéramos cuenta, un Mirischia que evitó la roca, me moridó el tobillo, no me lo soltaba, podía sentir el filo de sus dientes como agujas filosas, estaba sangrando mucho, gritaba de agonía, mi padre furioso le dio al reptíl una buena patada en la mandíbula inferior y lo hizo tropezar hacia atrás, haciendo que cayera por la montaña, mi padre intentaba pensar cómo urarme el tobillo, de repente, de la alarma roja de la MINITARDIS, salieron lentamente unas lucesen forma de serpentinas que tenían los mismos colores que el aujero de gusano, me rodearon el tobillo, hubo un pequeño destello, y al momento no tenía ni un rasgunio, como si me hubiera curado al instante, mi padre y yo estábamos sorprenidos, yo dije - wow, no sabía que hacía eso, es impresionante, ahora no me puede pasar nada de nada - , él y yo escuchamos en ese momento un rugido fuerte y estruendoso que venía de atrás de la montaña, mi padre dijo - bien, vámonos de aqui antes de que venga algo peor - , empezamos a correr, sin saber a donde."
espero que les haya gustado, en la próxima entrada pondré el dibujo del Mirischia, adios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario